el panico a las abejas.

todo esto podria remontarse a algún caluroso día de enero de el año 1998, cuando ella despertó y se dió cuenta de que su ojo era MUCHO más grande de lo normal, aparece delante de su númerosa familia y todos la miran con cara de sorprendidos, ella no entendía que pasaba, unas histericas tías obesas gritaban < ¡ Que le pasó a la niña en su ojiiiiitoooooo!> otros se reian en su cara y otros simplemente ni miraron.
Derepente ella ve un espejo frente a ella y se ve su ojo deforme y pregunta que me pasó? y aparece la sabia y linda abuela <> , a los 5 minutos despierta su prima de la misma edad y empieza a molestarla a decirle sobrenombres y típicas cosas de niños, las tías histericas comienzan a retarla a decirle que eso no se hace que es malo reirse de los demás y más aún de la prima, ya, derepente aparece la abuela con una pinza GIGANTE y comienza a juguetear dentro de lo que se podria llamar parpado y ojo para sacar la lanzeta o lo que las abejas entierran antes de morir, y se lo sacan, la niña se siente muy muy mal, por que no podía ver bien y por que sus primos ya no la veian como una niña "normal".
Ya caía la noche y su tío le da una pastilla para dormir, la niña se va a la cama con el recuerdo de su prima riendose de ella y molestandola, hasta que la pastilla hace efecto y cae rendida en una dura y aspera cama, rodeada de moscas y zancudos.
Al otro día ella se levanta rogando que su ojo esté más pequeño para poder seguir jugando como lo desearia cualquier niño o niña de 4 años, va al comedor y ve a toda la familia histerica y se pregunta que que pasó? y ve a su prima, a la misma que el día anterior la habia molestado, con el otro ojo aún más grande que el de ella, y toda la familia se reía de la desgracia de esa pequeña niña, ya que ella se habia reido de su prima el día anterior, pasaron los días y los dos ojos fueron sanandose uno antes que el otro pero sanandose igual.
y al fin del verano las dos primas se despidieron como las mejores amigas, una se venia para la capital y la otra se quedaba allá.
la prima de la capital nunca pudo olvidar lo que le pasó aquel año, en sus vacaciones familiares, de hecho aún ella busca a la abeja que le hizo eso.